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Ya está cerca el momento de probar las excelencias de tu cultivo. Han sido meses difíciles controlándolo todo para que tus plantas crezcan sin problemas, libres de plagas y enfermedades. También las has podado y manicurado de la manera más efectiva posible, sin hacer daño.
Te recomendamos que leas como secar la marihuana, antes de comprar los productos, ¡para que hagas un secado excelente!
Sin embargo ahora no hay que tener prisa. Los procesos que faltan antes de la primera calada son tan importantes o más que todos los anteriores.
Ahora, si ya has cosechado y secado tus cogollos, y estas pensando en un nuevo cultivo, te recomendamos las semillas de Sweet Seeds.
Empecemos por el secado. Es un proceso por el cual las hojas pierden absolutamente todos los restos de humedad que puedan quedarles pues mientras queda agua siguen produciéndose reacciones químicas que alteran el sabor y la calidad finales. Si queremos que el TDH sea psicoactivo, tenemos que secar bien las hojas.
Según el clima, el secado dura entre una y cuatro semanas. Para secar la hierba sólo es necesario colocar hojas y cogollos en unas bandejas protegidas por mallas. Las bandejas son apilables dejando espacio suficiente entre unas y otras para que respiren bien, además son tan grandes como sea tu cosecha, de 55 a 90 cm, redondas o cuadradas.
El método de la malla se utiliza mucho en cultivos de interior teniendo en funcionamiento el extractor y el filtro de olor. Pero también en cultivos de exterior, habilitando un lugar fresco y seco. Hay que colgar la malla con bandejas en un lugar lo más alto posible para que no toque el suelo. Si les damos unas vueltas a los cogollos de vez en cuando para que no se queden aplanados mucho mejor.
En esta sección podrás encontrar todos las herramientas y accesorios varios que necesitas para un cultivo en interior como tijeras, tutores, etiquetas, …
Las condiciones ambientales óptimas para el secado son: 10/16 grados de temperatura, humedad entre el 50 y el 60 %. Es importante que exista ventilación por la amenaza de hongos.
En el momento en el que el cogollo tiene un tacto crujiente y las ramas se doblan pero no se parten podemos empezar a pensar en el curado. Para otros cultivadores, en cambio, los tallos han de partirse y no doblarse. Es cuestión de opiniones. En cualquier caso el secado ha de ser lo más perfecto posible.
El curado es el proceso por el cual, durante un periodo de tiempo que va de dos a seis semanas, se macera lentamente la clorofila para que no sepa a hierba. La clorofila se pudre, el color verde va desapareciendo dejando paso al amarillo-marrón. El curado perfecto da como resultado el aroma y sabor deseado desde que se comenzó a plantar.
La mayoría de cultivadores utilizan botes de cristal o plástico herméticos para guardar los cogollos en un lugar oscuro y seco que no tenga unas variaciones de temperatura notables. Estos botes se airean cada uno o dos días. Las plantas deben estar colocadas de forma holgada, no más de dos a tres cogollos (dependiendo del tamaño del frasco). Al principio es conveniente airear por lo menos una vez al día para evitar la aparición de moho. La aparición de hongos la notaremos al oler el recipiente. Si el olor es agrio es probable que algo no haya ido bien. A las dos semanas aproximadamente, el bote puede abrirse cada una o dos veces cada siete días.
En climas muy húmedos se suelen utilizar cajas de cartón para el curado en lugar de botes de cristal. También se utilizan cajas de madera. Pero no sirve cualquier tipo de caja.
Las cajas de curado profesional son muy parecidas a las que sirven para guardar los cigarros puros. Las mejores están fabricadas de madera de cedro, incorporan una malla en el fondo para no dejar pasar restos vegetales, sólo la glándula madura. Además, incorporan un higrómetro y un humidificador para controlar la humedad.
Algunos cultivadores exigentes no consumen marihuana que no haya sido curada durante por lo menos un año. Desde luego, no es un tema menor. De él depende todo.