Reductor de Presión para Bombona Desechable

Reductor de presión para regular el aporte de CO2 en cultivos

El aporte de dióxido de carbono (CO2) es fundamental para conseguir mejores y más eficaces resultados en nuestros cultivos. Para evitar que nuestra bombona desechable se gaste de forma rápida, necesitamos un instrumento de regulación del aporte de CO2 que ofreceremos a nuestras plantas. El artículo que nos facilita la reducción o mantenimiento de CO2 en el cultivo, es el reductor de presión que te ofrecemos.

Te recomendamos ver nuestros controladores de CO2. Que mantendrán tus niveles bajo control.

¿Qué es un reductor de presión?

El reductor de presión es un instrumento que nos ayuda a regular el flujo y la presión de los gases. En el caso del cultivo de plantas de cannabis, el reductor de presión se utiliza para regular el flujo de CO2 que se suministra a las plantas. El uso del reductor de presión es importante ya que permite una mayor duración de nuestros recambios al no permitir la máxima apertura de la bombona cuando la abra la electroválvula.

¿Por qué es importante regular el aporte de CO2 en el cultivo?

• El CO2 es fundamental para el proceso de fotosíntesis de las plantas de cannabis, lo que se traduce en un crecimiento más rápido y mayor producción de flores.
• El aporte de CO2 en el cultivo es necesario cuando la cantidad de luz que reciben las plantas es alta. Si las plantas reciben mucha luz y poco CO2, se produce una saturación que hace que el exceso de luz sea desaprovechado.
• El aporte de CO2 es especialmente importante en el cultivo en interior, donde el ambiente es más limitado y las plantas no tienen acceso al CO2 atmosférico.

¿Cómo funciona el reductor de presión en el cultivo?

El reductor de presión se coloca en la línea de CO2 que viene de la bombona. Cuando el CO2 pasa por el reductor de presión, la presión se reduce, lo que permite que el flujo de CO2 que llega a las plantas sea más constante y controlado.

Beneficios del uso de un reductor de presión en el cultivo de cannabis

• Permite un aporte de CO2 más constante y controlado, lo que se traduce en una mejor calidad y producción de las plantas.
• Aumenta la vida útil de las bombonas de CO2, ya que se reduce el consumo y se evita la máxima apertura de la bombona.
• Ahorro económico al optimizar el consumo de CO2 y reducir el número de recambios necesarios.
• Mayor eficiencia en el cultivo al aprovechar mejor la luz y los nutrientes que se suministran a las plantas.