Mila, Como Llegue a Ser La Reina Del Hachis (Edicion Castellano)

""MILA: Cómo llegué a ser la reina del hachís""

""MILA: Cómo llegué a ser la reina del hachís"" es una cautivadora narración personal de una de las pocas figuras femeninas icónicas en la industria del cannabis. Este libro es la conmovedora autobiografía de la pionera más destacada en el mundo del cannabis. Durante medio siglo, Mila ha sido una figura central en la escena del cannabis, desde los días de la contracultura hippie hasta su transformación en una inventora de renombre mundial cuyas innovadoras ideas revolucionaron la producción de hachís.

El viaje de Mila

Después de abandonar Ámsterdam a finales de los años sesenta, Mila emprendió un viaje terrestre hasta Afganistán, llevando de la mano a su pequeña hija, en una época en la que pocos occidentales se habían aventurado a realizar tal travesía. Se enamoró de la India, donde creó un hogar para ella y sus hijos, se sumergió en el budismo tibetano, atravesó las montañas inexploradas hasta Ladakh, y estableció varios negocios tanto en la India como en Holanda.

Inspiración y reconocimiento

Esta fascinante historia de una mujer pionera, amante de las plantas, madre e inventora, servirá de inspiración para muchos a seguir sus corazones y a esforzarse por hacer realidad sus sueños. Mila, también conocida como la Reina del Hachís, fue recientemente honrada al ser nombrada una de las cien personas más influyentes en el mundo del cannabis, y su fama sigue creciendo.

La mejor experiencia con el hachís

En una pequeña muestra de la entrevista en THC 60 a Mila Jansen, la Reina del Hachís, se le preguntó cuál era el mejor hachís que había probado. Respondió que el afgano era el mejor. Recordó una vez que fue con los sadhus a las montañas de Manali, al norte de la India, y le mostraron sus plantas especiales. Probó el hachís que obtuvieron frotando los cogollos entre sus manos y al regresar, caminando por el pueblo, tuvo una experiencia realmente alucinógena.

La preferencia de Mila por el hachís

Mila ha fumado hachís durante muchos años y nunca le ha gustado las flores. Antes del auge del cannabis, siempre necesitaba una buena genética que produjera muchos cristales. Generalmente usaba las hojas más pequeñas, porque las flores eran muy valiosas. A veces también usaba las hojas grandes, ¡de las que podía obtener entre un cinco y un diez por ciento de puros cristales!

Preparación del hachís

Para preparar un buen hachís en pequeña escala, unos dos o tres gramos, lo mejor es ponerlo en un zapato y caminar, porque el calor y el peso del cuerpo en movimiento hacen que las células se rompan. ¡Con los pies puedes obtener un hachís maravilloso!