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Pubicado el : 15-09-2023 19:16:19
Categorias : Noticias Marihuana
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El riego es clave para que tus plantas autoflorecientes crezcan y se desarrollen de forma saludable, ya sea que las tengas dentro de casa o al aire libre. Es fundamental asegurarte de darles la cantidad justa de agua, porque esto permitirá que los nutrientes se muevan por el sustrato y lleguen hasta las raíces. Recuerda que aquí puedes adquirir semillas de marihuana de las mejores variedades. Así, tus plantas recibirán todos los nutrientes necesarios para su crecimiento y producción de flores. En nuestro grow shop online te contamos los detalles y podrás encontrar todos los sistemas de riego que necesites en el cultivo.
En cuanto al riego, es crucial para asegurarnos de que nuestras plantas autoflorecientes estén siempre felices y saludables. Mantener un equilibrio hídrico adecuado es fundamental, ya que así evitamos que se deshidraten o sufran estrés hídrico, lo cual podría tener un impacto negativo en su crecimiento y bienestar general. Así que recuerda, un suministro constante de agua es la clave para mantener a nuestras plantas en su mejor forma.
Las plantas autoflorecientes tienen diferentes necesidades de riego, que varían según el tamaño de las plantas, el tipo de sustrato y las condiciones ambientales. Es importante tener cuidado de no regarlas demasiado, ya que esto puede causar problemas como pudrición de raíces e infecciones de hongos. Por otro lado, regarlas insuficientemente puede provocar estrés por falta de agua y afectar su crecimiento y floración.
Determinar cuándo regar puede ser muy útil si verificas la humedad del sustrato. Antes de regar, simplemente checa si la capa superior del sustrato está seca al tacto. Si es así, es una señal de que es momento de regar. Pero recuerda que cada planta es especial y sus necesidades de riego pueden variar un poco. Observar y revisar regularmente tus plantas te ayudará a determinar cuánta agua y con qué frecuencia necesitan ser regadas.
Hay diferentes maneras de regar tus plantas autoflorecientes para obtener los mejores resultados. Una de las opciones más populares y efectivas es el riego por goteo. Con este método, puedes suministrar agua de forma gradual y precisa, asegurando que las raíces puedan absorberla de manera eficiente.
Un método muy utilizado es el riego automático con temporizador. Con este sistema, puedes programar el riego en momentos específicos, lo que asegura un suministro constante de agua sin tener que estar siempre presente para regar las plantas.
Otra opción es regar a mano con una regadera o manguera, una alternativa muy práctica para aquellos que conocen bien las necesidades de sus plantas y les gusta tener un control más directo. Además, al regar de esta forma, tienes la oportunidad de estar en contacto directo con tus plantas, inspeccionándolas mientras las riegas y asegurándote de que estén en buen estado.
Para asegurarte de que tus plantas autoflorecientes crezcan y florezcan de forma espectacular, no puedes pasar por alto una cosa: el riego adecuado. Asegurarte de que les das la cantidad justa de agua y en el momento adecuado, junto con utilizar métodos de riego que funcionen de maravilla, hará toda la diferencia en su crecimiento y desarrollo. ¡Los resultados serán impresionantes!
Para asegurarnos de proporcionar el riego adecuado a nuestras plantas autoflorecientes en interiores, es importante comenzar por preparar el sustrato correctamente. Es clave utilizar un sustrato ligero y que tenga buen drenaje para evitar que las raíces se empapen demasiado. De esta manera, el agua podrá fluir correctamente y así favorecer un crecimiento saludable de nuestras plantas.
Ahora vamos a sembrar las semillas en el sustrato preparado. Es importante seguir las indicaciones del fabricante y colocarlas a la profundidad correcta, dejando el espacio suficiente entre cada una. Después de sembrar, vamos a regar un poco para humedecer el sustrato y facilitar la germinación.
Para el cuidado adecuado de las plantas autoflorecientes, es fundamental ajustar la cantidad de riego en cada etapa de crecimiento. Durante la fase de germinación y crecimiento temprano, es recomendable mantener el sustrato ligeramente húmedo. Sin embargo, es importante evitar el exceso de agua para evitar problemas como el encharcamiento y la pudrición de las raíces.
Cuando las plantas están en crecimiento, nos aseguramos de adaptar la cantidad de agua que reciben y permitimos que el sustrato se seque un poco entre riegos. De esta forma, estamos fomentando un desarrollo de raíces más fuertes y promoviendo un crecimiento óptimo. Es fundamental estar atentos a las necesidades individuales de cada planta y ajustar el riego en función de ello.
Las plantas autoflorecientes también necesitan nutrientes y fertilizantes para crecer sanas. Para esto, usaremos productos especiales para cultivos en interior y seguiremos las instrucciones del fabricante sobre cómo y cuándo aplicarlos.
Los nutrientes que tus plantas autoflorecientes necesitan son el nitrógeno, el fósforo y el potasio. Estos nutrientes son esenciales para promover un crecimiento saludable, fortalecer el sistema inmunológico y mejorar la calidad de los cogollos. Recuerda proporcionar a tus plantas los nutrientes adecuados en cada etapa de crecimiento para asegurar su bienestar.
Cuando las plantas autoflorecientes han terminado su periodo de crecimiento, es hora de cosecharlas y secarlas. Para obtener los resultados más excelentes, debemos recolectar las plantas cuando los tricomas alcancen su momento de madurez ideal.
Una vez que terminamos de cosechar, procedemos a colgar las plantas boca abajo en un lugar fresco y oscuro. De esta forma, permitimos que se sequen de manera adecuada. Aunque el proceso de secado puede llevar algunas semanas, es de vital importancia para obtener cogollos de óptima calidad y sabor.
Para tener éxito cultivando plantas autoflorecientes en interiores, es importante hacer algunas cosas. Primero, debemos preparar bien el sustrato para asegurarnos de que sea óptimo para el crecimiento de las plantas. Luego, es crucial regarlas de acuerdo a la etapa en la que se encuentren, brindándoles la cantidad de agua adecuada en cada momento. También es muy importante utilizar los nutrientes y fertilizantes recomendados para asegurar que las plantas reciban todos los nutrientes que necesitan. Y por último, al cosechar y secar las plantas, debemos tener mucho cuidado para obtener los mejores resultados. Siguiendo estos pasos, podremos disfrutar de plantas autoflorecientes saludables y productivas en nuestro cultivo interior.
Para obtener los mejores resultados al cultivar plantas autoflorecientes al aire libre, es crucial tener en cuenta la preparación del sustrato. Es recomendable elegir un sustrato de alta calidad que contenga nutrientes esenciales y tenga una buena capacidad de drenaje. De esta manera, aseguramos un entorno ideal para el crecimiento saludable de nuestras plantas.
Después de preparar el sustrato, es hora de sembrar las semillas de las plantas autoflorecientes. Es importante seguir las indicaciones del fabricante sobre la profundidad y la distancia entre las semillas, para asegurarnos de que crezcan de manera saludable.
Para que nuestras plantas autoflorecientes crezcan de la mejor manera en el exterior, es imprescindible darles el riego adecuado. Durante la fase de germinación y crecimiento temprano, debemos asegurarnos de mantener el sustrato un poquito húmedo, sin excedernos para evitar problemas de pudrición en las raíces. ¡Así nuestras plantas estarán felices y sanas!
A medida que tus plantas vayan creciendo, vas a necesitar adaptar la cantidad de agua que les das de acuerdo a sus necesidades individuales. Una buena idea es regarlas en las horas más frescas del día, así evitas que el agua se evapore rápidamente por el calor intenso y permites que absorban los nutrientes adecuadamente.
Para que nuestras plantas autoflorecientes crezcan sanas y fuertes en el exterior, no solo necesitamos regarlas correctamente, sino también proporcionarles los nutrientes adecuados. Es importante utilizar fertilizantes específicos diseñados especialmente para estas plantas, ya que contienen la combinación perfecta de nutrientes que necesitan para desarrollarse de manera óptima.
Es clave tener en cuenta las indicaciones del fabricante cuando se trata de la cantidad y frecuencia de aplicación de los fertilizantes. Si nos pasamos con los nutrientes, podemos dañar las plantas, así que es importante no exceder las dosis recomendadas y asegurarnos de mantener un equilibrio adecuado en la nutrición de nuestras plantas.
Cuando nuestras queridas plantas autoflorecientes han terminado su etapa de crecimiento, es hora de cosechar los deliciosos frutos que nos han brindado. ¿Cómo saber cuándo es el momento perfecto? Pues, una buena opción es observar los tricomas de las plantas con
Para asegurarnos de que nuestras plantas mantengan todas sus propiedades y sabores una vez cosechadas, es muy importante secarlas de manera adecuada. ¿Cómo hacerlo? Te recomendamos colgarlas boca abajo en un lugar fresco y oscuro con buena ventilación. Procura controlar la temperatura y la humedad durante unos siete días aproximadamente. De esta manera, garantizaremos la conservación de todas esas características que tanto nos gustan.
Una vez que las plantas estén completamente secas, llega el momento de realizar la manicura y el curado. Estos dos pasos son esenciales para obtener un producto final de excelente calidad, ¡listo para que empieces a disfrutarlo!
Las plantas autoflorecientes son realmente atractivas para los cultivadores debido a los beneficios que ofrecen. Hay una serie de ventajas que vale la pena destacar:
El cultivo de plantas autoflorecientes, aunque tiene muchas ventajas, también puede presentar algunos obstáculos. Algunos de estos obstáculos incluyen:
Si estás empezando a cultivar plantas y buscas obtener una cosecha rápida, las plantas autoflorecientes pueden ser la opción ideal. Sin embargo, es esencial prestar atención a algunos factores clave a la hora de regarlas para garantizar su crecimiento saludable y obtener el mejor rendimiento posible. A continuación, te mostraremos algunos aspectos importantes a considerar:
Las plantas autoflorecientes tienen un ciclo de vida más cortito que las variedades regulares, lo cual quiere decir que su período de crecimiento y floración es más limitado. Por eso, es super importante darles agua con la frecuencia justa para evitar que se estresen por falta o exceso de humedad. Por lo general, se aconseja regarlas cuando veas que la capa de arriba del sustrato está seca al tocarla.
Es crucial asegurarse de darle a tus plantas autoflorecientes la cantidad justa de agua. Si les das demasiada agua, podrías terminar saturando el sustrato y dañando las raíces. Por otro lado, si les das muy poca agua, podrías afectar su crecimiento. Te sugerimos regarlas hasta que veas que el agua empieza a salir por los agujeros de drenaje del contenedor, de esta forma te aseguras de que el exceso de agua se elimine correctamente.
La calidad del agua que usas para regar tus plantas autoflorecientes es muy importante. Si el agua tiene mucho cloro o minerales, puede afectar la capacidad de las plantas para absorber nutrientes y puede alterar el pH del sustrato. Si el agua del grifo no es la mejor opción, te recomendamos utilizar agua filtrada o dejar reposar el agua durante al menos 24 horas para que el cloro se evapore.
Las plantas autoflorecientes tienen sus propias necesidades de nutrientes a medida que crecen. Es clave ofrecerles una alimentación equilibrada y en las cantidades adecuadas para un desarrollo saludable. Para ello, es recomendable emplear fertilizantes diseñados especialmente para este tipo de plantas y seguir al pie de la letra las indicaciones del fabricante. Así evitaremos darles demasiados o pocos nutrientes.
Es importante que el sustrato tenga un buen drenaje para que las plantas autoflorecientes no sufran de encharcamiento y pudrición de raíces. Te recomendamos utilizar un sustrato de calidad que permita que el agua se drene correctamente y evite que se acumule humedad en las raíces. También puedes agregar perlita u otros materiales que ayuden a mejorar el drenaje en el sustrato.
La temperatura y la humedad del ambiente son factores clave a considerar al regar tus plantas autoflorecientes. Es fundamental proporcionarles un ambiente favorable para su desarrollo, evitando temperaturas extremas o niveles altos de humedad que puedan facilitar la aparición de enfermedades fúngicas. No olvides asegurarte de contar con una buena ventilación y controlar constantemente la temperatura y humedad en el área de cultivo.
Para asegurarte de que tus plantas autoflorecientes crezcan de manera saludable y produzcan excelentes resultados, es crucial regarlas de forma adecuada. Presta atención a la frecuencia del riego, la cantidad de agua que les das, la calidad del agua que utilizas, los nutrientes y fertilizantes que les proporcionas, el drenaje del sustrato y también considera la temperatura y humedad del ambiente. Si tomas en cuenta todos estos factores, podrás disfrutar de una cosecha exitosa de tus plantas autoflorecientes.
El riego es super importante cuando cultivas plantas autoflorecientes. Pero hay que tener cuidado de no excederse, ya que demasiada agua puede tener efectos negativos en el crecimiento de las plantas. En este artículo, te enseñaremos cómo reconocer y solucionar problemas de exceso de riego en el cultivo de autoflorecientes.
Para saber si estás regando demasiado tus plantas autoflorecientes, es importante estar atento a ciertos síntomas:
Si te das cuenta de alguno de estos signos, es probable que estés regando demasiado tus plantas autoflorecientes y es importante que tomes medidas para solucionarlo.
Una vez que identifiques que estás regando en exceso, hay varias soluciones que puedes aplicar para solucionar este problema. Algunas opciones son:
Ten en cuenta que cada planta es especial y puede necesitar distintas cantidades de agua. Observa cómo crecen tus plantas, haz algunos experimentos y adapta el riego de acuerdo a lo que cada una necesita.
Es importante tener en cuenta que si nos excedemos con el riego en nuestras plantas autoflorecientes, podemos causarles problemas que afectarán su desarrollo y salud. Por eso, es fundamental aprender a reconocer los signos de exceso de agua y tomar medidas para corregirlo. Una buena estrategia es controlar la frecuencia y la cantidad de riego, mejorar el drenaje del sustrato y regular la humedad del ambiente. Recuerda siempre prestar atención a tus plantas y adaptar tu riego a lo que ellas necesitan. Así podrás cuidarlas de la mejor manera posible.
El cultivo de plantas autoflorecientes se ha vuelto cada vez más popular entre los cultivadores de cannabis. Estas variedades son conocidas por crecer rápido y florecer automáticamente, sin importar el número de horas de luz. Sin embargo, si quieres obtener los mejores resultados en tu cultivo de autoflorecientes, es fundamental respetar el ciclo de riego seco.
El ciclo de riego seco quiere decir que dejaremos que el sustrato se seque completamente antes de volver a regar las plantas. Esto implica que deberemos esperar a que la planta haya absorbido toda el agua disponible en el sustrato antes de añadir más.
El ciclo de riego seco en el cultivo de autoflorecientes trae consigo varias ventajas.
Para que tus autoflorecientes crezcan de manera óptima, te sugiero seguir estas recomendaciones para llevar a cabo el ciclo de riego seco correctamente:
El riego es realmente importante cuando se trata de cuidar las plantas autoflorecientes en espacios cerrados. Ya sabes, estas plantas tienen su propio ritmo acelerado, por lo que es crucial que les des la cantidad correcta de agua para que puedan crecer lo mejor posible.
El riego por goteo es super útil para cuidar tus plantas autoflorecientes en interiores. Con este método, puedes mantener un suministro constante y controlado de agua, evitando problemas de falta o exceso de riego. Además de eso, el riego por goteo ayuda a mantener la humedad perfecta en el sustrato, promoviendo el crecimiento de las raíces y la absorción de nutrientes. ¡Es genial para que tus plantas estén siempre sanas y felices!
El riego automático es otra opción genial para regar tus plantas en espacios internos. Con este sistema, puedes programar cuándo y por cuánto tiempo quieres que se rieguen tus plantas, lo que te facilita mucho el cuidado y evita errores. ¡Incluso puedes combinarlo con el riego por goteo para lograr resultados aún mejores!
El riego es básico para que las plantas autoflorecientes crezcan fuertes y saludables al aire libre. Es fundamental considerar el clima y la cantidad de agua disponible en tu entorno. El riego por aspersión es una excelente elección para mantener tus plantas en exteriores bien hidratadas. Con este método, el agua se distribuye de manera uniforme, imitando la lluvia natural. Sin embargo, es fundamental utilizarlo de manera eficiente para evitar desperdiciar agua.
Un método adicional para regar tus plantas al aire libre es a través del riego por surcos. Con este sistema, puedes crear pequeños canales en el suelo alrededor de tus plantas para distribuir el agua de manera efectiva. El riego por surcos es especialmente beneficioso en áreas con escasez de agua, ya que te permite aprovechar al máximo los recursos hídricos disponibles.
En pocas palabras, no olvides regar bien tus plantas autoflorecientes, tanto si están dentro de casa como si están al aire libre. Para espacios interiores, puedes optar por un riego por goteo o automático, mientras que para espacios exteriores, puedes usar un riego por aspersión o por surcos. Recuerda que es fundamental darles la cantidad adecuada de agua para que crezcan sanas y fuertes.
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El agua es súper importante para garantizar que nuestras plantas autoflorecientes crezcan y se desarrollen de forma saludable. Pero ojo, no todas las fuentes de agua son apropiadas para regarlas. Es esencial considerar la calidad del agua que estamos usando, ya que puede tener un impacto grande en la salud y el rendimiento de nuestras queridas plantitas.
Cuando evaluamos la calidad del agua para regar nuestras queridas plantas autoflorecientes, hay muchos factores a considerar.
Si el agua que tienes para regar tus plantas autoflorecientes no cumple con los estándares de calidad necesarios, no te preocupes, hay algunos tratamientos que puedes hacer para mejorarla.
La calidad del agua que usamos para regar nuestras plantas autoflorecientes es súper importante para que crezcan de maravilla. Es clave revisar y, si es necesario, tratar el agua para asegurarnos de que cumpla con todo lo necesario para que nuestras plantitas se desarrollen sanitas y felices.
Las plantas autoflorecientes son súper interesantes porque tienen ciertas necesidades especiales que debemos tener en cuenta para que crezcan fuertes y nos regalen bonitas flores. Uno de los aspectos más importantes es darles los nutrientes y aditivos adecuados cuando las regamos. ¡Aquí te comparto algunos consejos para que tus plantitas autoflorecientes reciban los recursos necesarios y se sientan felices!
Las plantas autoflorecientes requieren una combinación balanceada de macronutrientes y micronutrientes para su desarrollo óptimo. Entre los macronutrientes más relevantes se encuentran el nitrógeno, fósforo y potasio, los cuales desempeñan un papel crucial en el crecimiento de la planta, la formación de flores y la obtención de energía.
En cuanto a los macronutrientes, es importante recordar que las plantas autoflorecientes también requieren de micronutrientes como el hierro, el zinc, el manganeso y el cobre. Estos micronutrientes son fundamentales para un adecuado crecimiento y salud de las plantas, aunque en menor cantidad.
Aparte de los nutrientes fundamentales, hay unos cuantos añadidos que pueden ser de gran ayuda para impulsar el crecimiento y la producción de las plantas autoflorecientes. Algunos de estos añadidos que te recomendamos son:
Es fundamental tener en cuenta las instrucciones de dosificación de los nutrientes y aditivos para las plantas autoflorecientes. Si nos excedemos, podríamos afectar de manera negativa a nuestras plantas. Por eso, es recomendable utilizar productos especialmente formulados para este tipo de plantas, ya que sus requerimientos nutricionales son distintos a los de otras variedades.
El riego es super importante para cuidar de tus plantas autoflorecientes en todas las etapas de su vida. A medida que van creciendo, es clave asegurarte de darles la cantidad justa de agua para que se desarrollen de manera saludable y en su mejor forma.
Durante la fase de crecimiento y floración de las plantas autoflorecientes, es muy importante tener un buen control del riego. En este momento, las plantas experimentan un crecimiento acelerado y florecen bonito, por lo que necesitan más agua de lo habitual.
Es importante mantener las plantas bien regadas, pero con moderación para evitar que el suelo se sature y las raíces se pudran. Observar la humedad del suelo te ayudará a determinar con qué frecuencia debes regarlas, evitando que se sequen demasiado entre riegos.
Es importante recordar las condiciones ambientales, como la temperatura y la humedad, ya que estas pueden afectar las necesidades de riego de las plantas. En lugares más calurosos y secos, es posible que sea necesario regar con más frecuencia para mantener el suelo húmedo. Por otro lado, en climas más fríos y húmedos, el riego se puede reducir.
Cuando riegues las plantas, es importante asegurarte de hacerlo de manera uniforme para que todas las raíces reciban la cantidad adecuada de agua. Puedes optar por usar sistemas de riego por goteo o simplemente regar a mano alrededor de la base de las plantas, evitando mojar las hojas y las flores. De esta manera, tus plantas estarán felices y bien hidratadas.
Para asegurarnos de que nuestras plantas estén felices y saludables, no solo debemos regarlas correctamente, sino también asegurarnos de que el suelo tenga un buen drenaje. De esta manera evitamos que el agua se acumule y permitimos que las raíces respiren como corresponde. Una forma sencilla de lograr esto es utilizando macetas con agujeros de drenaje y un sustrato que permita un buen drenaje. De esta manera, estaremos cuidando de nuestras plantas y facilitando un sistema de riego eficiente.
Durante la fase de crecimiento y floración de las plantas autoflorecientes, es muy importante asegurarnos de regarlas regularmente y de manera equilibrada. Debemos evitar que les falte agua pero también evitar el exceso, logrando así un buen drenaje del suelo. Si observamos atentamente las necesidades de cada planta y adaptamos el riego según las condiciones ambientales, lograremos que crezcan de forma saludable y productiva.
La elección del tamaño de la maceta es super importante para que tus plantas autoflorecientes crezcan fuertes y saludables, tanto si las tienes en casa como en el jardín. Hay que asegurarse de darles suficiente espacio para que crezcan y desarrollen unas raíces fuertes.
Cuando cultivamos plantas autoflorecientes en interiores, es importante tener en cuenta el tamaño de las macetas que usamos. Para asegurarnos de que las raíces tengan suficiente espacio para crecer y absorber los nutrientes esenciales, se recomienda optar por macetas de al menos 10 litros de capacidad. De esta manera, estaremos brindando a nuestras plantas las condiciones ideales para un crecimiento óptimo.
Para cultivar tus plantas autoflorecientes en exteriores, te recomendamos elegir macetas un poco más grandes, como de 20 litros o más, dependiendo del espacio que tengas disponible. Esto permitirá que las raíces tengan más espacio para crecer y ayudará a que tus plantas crezcan con más fuerza y vitalidad.
Tener raíces fuertes es super importante para que nuestras plantas autoflorecientes crezcan y se desarrollen bien. Las raíces son clave para que las plantas puedan absorber los nutrientes y el agua del suelo, así que es vital que estén sanas y se hayan desarrollado correctamente.
Para que las raíces crezcan fuertes, es importante usar sustratos de buena calidad que permitan que el agua se drene correctamente y a la vez retengan la cantidad adecuada. También es recomendable utilizar inoculantes con micorrizas y bacterias beneficiosas, ya que esto ayuda a estimular el crecimiento de las raíces.
Además, es clave evitar que el sustrato se encharque, ya que esto podría hacer que las plantas enfermen o que sus raíces se pudran. Regar con moderación y permitir que el sustrato se seque un poco entre riegos es una excelente manera de mantener las raíces saludables.
El fotoperiodo es un elemento súper importante a tener en cuenta al cultivar plantas autoflorecientes en espacios cerrados. A diferencia de las plantas regulares, las autoflorecientes no necesitan un ciclo de luz específico para florecer, ya que lo hacen automáticamente cuando alcanzan cierta edad.
Para obtener unos resultados espectaculares, lo ideal es seguir un fotoperiodo de 18 horas de luz y 6 horas de oscuridad durante todo el ciclo de vida de las plantas. De esta manera, las plantas recibirán la cantidad perfecta de luz para su crecimiento óptimo.
Es fundamental ser constantes en el fotoperiodo y evitar cambios repentinos que puedan estresar a nuestras plantas. Una buena idea es utilizar temporizadores automáticos para controlar el encendido y apagado de las luces, de esta manera podremos mantener un fotoperiodo estable y beneficioso para nuestras plantas.
Cuando estamos en la situación de tener que regar con poca agua de manera constante, es fundamental tener en mente algunos consejos imprescindibles para asegurarnos de que nuestras plantas autoflorecientes reciben la cantidad de agua necesaria.
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