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Pubicado el : 11-10-2023 09:49:18
Por: Miguel Jose Villar Martínez
Categorias : Noticias Marihuana
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¿Alguna vez te has preguntado cómo surgieron las semillas de cannabis autoflorecientes? Su origen es un tema de debate entre los expertos, pero lo que sí sabemos es que su historia es tan intrigante como la planta misma. Cuando termines de leer este post, no dudes en explorar y compra semillas de marihuana de todo tipo en nuestra tienda, desde estas autoflorecientes a feminizadas o regulares.
La primera variedad autofloreciente comercializada a gran escala fue la Lowryder, creada por el criador The Joint Doctor. Esta variedad contiene genética de una cepa mexicana conocida como Mexican Rudy, y se cree que es el resultado de un cruce entre una sativa mexicana y una Cannabis ruderalis rusa. Sin embargo, hay quienes sostienen que la genética temprana de las autoflorecientes proviene de la primera variedad de cáñamo oleaginoso llamada Finola, desarrollada en Finlandia a partir de cepas rusas en 1995.
La Cannabis ruderalis, una subespecie de cannabis resistente a los duros climas de Rusia, Europa central y Asia central, jugó un papel crucial en el desarrollo de las semillas autoflorecientes. A pesar de sus orígenes humildes, esta planta resistente ha sido la base para la creación de híbridos de cannabis que han revolucionado la industria.
Las primeras variedades autoflorecientes carecían de algunas de las mejores cualidades de las variedades de cannabis de alta calidad. Sin embargo, los criadores no se detuvieron allí. Años después, comenzaron a desarrollar híbridos ruderalis con altos niveles de THC o CBD que solo necesitaban unas 9 semanas para madurar por completo. Estos híbridos, conocidos como cannabis autofloreciente, tienen la capacidad de florecer automáticamente sin depender de la oscuridad, a diferencia de las variedades fotoperiódicas normales.
Así que la próxima vez que disfrutes de una variedad autofloreciente, recuerda el largo camino que ha recorrido esta planta, desde las duras estepas de Siberia hasta tu jardín.
Las semillas de cannabis autoflorecientes son un milagro de la naturaleza y la genética. Su capacidad para florecer independientemente de los ciclos de luz las hace únicas y muy apreciadas por los cultivadores. Aquí te presentamos algunas de sus características más destacadas:
Con todas estas ventajas, no es de extrañar que las semillas de cannabis autoflorecientes sean cada vez más populares entre los cultivadores de todo el mundo.
Las semillas de cannabis autoflorecientes son una maravilla de la genética y la naturaleza, ofreciendo una serie de ventajas que las distinguen de las semillas feminizadas tradicionales. Aquí te presentamos algunos de sus beneficios más notables:
La creación de semillas autoflorecientes es un proceso fascinante que combina la genética y la paciencia. Aquí te presentamos algunos aspectos interesantes sobre este proceso:
Cultivar semillas de cannabis autoflorecientes puede ser una tarea gratificante, pero también puede presentar desafíos únicos. Aquí te presentamos algunos consejos para ayudarte a obtener los mejores resultados posibles:
Con estos consejos, estarás en camino de cultivar semillas de cannabis autoflorecientes exitosamente. ¡Buena suerte!
¿Te has maravillado alguna vez con el pequeño milagro que son las semillas autoflorecientes? ¡Yo también! Estas pequeñas semillas son como los superhéroes del mundo del cannabis. Mientras que las plantas tradicionales de cannabis necesitan un poco de mimos con sus ciclos de luz para florecer, las autoflorecientes simplemente hacen su magia sin importar cuánta luz reciban. Es como si tuvieran su propio reloj interno.
La historia detrás de estas semillas es igual de fascinante. Imagina una planta, la Cannabis ruderalis, luchando por sobrevivir en los duros climas de lugares fríos como Rusia. Esta planta, contra viento y marea, se adaptó y evolucionó para florecer independientemente de las horas de luz que recibiera. Y de esa increíble adaptabilidad, nacieron nuestras queridas semillas autoflorecientes.
Así que, la próxima vez que estés disfrutando de una variedad autofloreciente, o incluso si estás considerando probar tu mano en el cultivo, recuerda el viaje impresionante de estas semillas. Desde los fríos paisajes de Siberia hasta quizás, tu propio jardín o balcón. Y si decides embarcarte en la aventura de cultivarlas, ¡te deseo todo el éxito del mundo! Recuerda, cada pequeña semilla lleva consigo una historia de adaptación, supervivencia y, al final del día, de pura maravilla natural. ¡Disfruta del viaje!
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